Summer in Mara o cómo divertirse ayudando a los demás educadamente

Es una gran aventura con un mensaje para los jugadores.

El estudio español Chibig desarrolló un título con una historia fascinante y que nos enseña a respetar y cuidar del medio ambiente

A sólo un par de días de que llegue el Verano, el estudio español Chibig nos trae un maravilloso título llamado Summer in Mara, el cual enamora con su colores llenos de vida y una historia en la que el jugador deberá ‘aprender’ a hacer las cosas por sí mismo para avanzar.

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El equipo de Behind Gaming tuvo la oportunidad de probar este título, del cual les dejaremos nuestra opinión y un análisis sobre los elementos que se abordan.

El vínculo entre Koa y su abuela Yaya Haku es muy importante en toda la trama.

La historia comienza con un momento dramático, justo con el incendio del barco en el que iba la familia de Koa, pero una anciana, Yaya Haku, que iba en su pequeño bote presencia todo y logra salvar a una bebé. Después de esta cinemática inicia el juego.

Controlas a Koa, una niña que debe aprender a cuidar de sí misma y de una pequeña isla. Aunque en los primeros minutos cuentas con el apoyo de Yaya Haku para aprender recetas, crear objetos y mejorar herramientas, después habrá que hacer todo solos. Se lee sencillo, ¿no? ¡Pero no lo es!

El tiempo pasa rápido, pues un minuto equivale a una hora dentro del juego.

Para empezar, cada hora del día equivale a un minuto del tiempo real, por lo que tienes menos de 24 minutos para realizar varias tareas y así progresar en tus encargos. Obviamente, debes tomar en cuenta que Koa necesita comer, dormir y caminar o correr para llegar a cada punto de la isla, por lo que, como en la vida real, sientes que pierdes horas en tonterías.

Una de las primeras enseñanzas de Yaya Haku es que cada vez que tomes algo de la naturaleza lo debes regresar, por lo que será conveniente plantar árboles y ayudar a que el ecosistema mantenga su equilibrio. A diferencia de muchos otros títulos similares, debes conseguir las semillas para cultivar frutas y verduras, de lo contrario Koa se quedará sin comida y energía para realizar sus actividades. Pero mientras exploras la pequeña isla, descubrirás secretos y surgirán más preguntas sobre tu origen.

La rutina de la isla cambia con la llegada de Napopo, a quien deberás ayudar.

Para cada actividad necesitas tener una herramienta específica: martillo y azada, para que a su vez consigas otros elementos como madera, piedra, metales, cuerda, tela, pescados, frutas y verduras. Aunque el jugador querrá averiguar todo de manera rápida, no se podrá, ya que debes hacer las cosas en orden y conforme se avanza.

La aventura empieza a crecer en el momento en que Koa ve una pequeña luz en la costa. Al explorar, se encuentra con una nueva amiga: Napopo, quien no habla el mismo idioma, pero se comunica a través de dibujos. A partir de este momento, la nueva misión será ayudar a este personaje, pero para ello hay que reparar el viejo bote de Yaya Haku, lo que será una tarea un tanto complicada.

Desde los primeros minutos recibes un tutorial de cómo sembrar y cosechar tus alimentos.

Mientras se amplía el mapa y se surcan los mares, el jugador se encontrará con nuevos amigos, con especies marinas diferentes y conocerá más sobre qué es Mara. Esto es algo esencial en la historia, pues al controlar a Koa tienes la visión de una niña y todo lo que se aprende es desde lo más básico.

Al llegar a la ciudad las tareas se multiplican, pues no sólo tienes que descubrir el pasado de Koa y su abuela adoptiva, también tienes que ayudar a otros habitantes para que avances. A veces deberás hacer un favor a un personaje para cumplir la misión que te encargó alguien más, por lo que se convierte en una cadena de favores.

Deberás pedir apoyo para ayudar a otros personajes, por lo que se hace una cadena de favores.

Lo que puede resultar un poco agotador es tener que regresar a tu isla, ya que debes sembrar y cosechar algunos artículos que te piden los personajes. Sin embargo, Koa no cuenta con la educación ni los modales adecuados, por lo que llega como chivo en cristalería para averiguar lo que desea. Por fortuna, algunos aldeanos le enseñarán que la mejor manera de obtener cosas es siendo amable.

Cada personaje y lugar cuenta con secretos, y la tarea del jugador será desbloquearlos de la forma más astuta posible. El motor principal es resolver los puzzles y conocer la historia, así que el usuario se llevará sorpresas agradables y hasta un tanto tristes.

El jugador encontrará fauna interesante mientras disfruta de bellos paisajes.

Cada imagen y escenario está bien cuidado, incluso la paleta de colores es tan cálida que resulta agradable para los ojos de los jugadores. Las cinemáticas están increíbles y los diálogos son cómicos, interesantes e intrigantes, por lo que te sumerges en la historia rápidamente.

La banda sonora es la indicada para cada momento, pues escuchas melodías relajantes o algunas un poco más intensas cuando tienes que hacer una nueva actividad. Algo curioso es que con Koa puede sentarte a contemplar el paisaje o simplemente a escuchar el ambiente.

A veces puede dejar que Koa se siente para ver el paisaje y contemplar la vista.

Lo cierto de este juego es que resulta adictivo, pese a que hay momentos que se sienten lentos o que no pasa nada, siempre aparece un nuevo personaje o actividad para realizar. Antes de que el jugador se dé cuenta, ya invirtió más de tres horas cuidando la isla, sembrando y cosechando, o trabajando en las minas o haciendo algo curioso.

Summer in Mara tiene todos los elementos para convertirse en un gran título, no sólo por el modo de juego, también por la historia, la música y el ambiente, que te hace recordar un poco The Legend of Zelda. El mensaje está claro en este juego: cuidar el medio ambiente y respetar la naturaleza, una enseñanza que no está de más en estos.

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