Siempre que pensamos en obras de arte, específicamente cuadros, solemos asociarlas a objetos inanimados, estáticos, e incluso, alejados de nuestro alcance. Afortunadamente, cada vez son más los desarrolladores que han decidido ‘darles vida’ a estas creaciones y llevarlas a una industria que podría parecer no tiene nada en común: los videojuegos. Please, Touch the Artwork es una clara muestra del potencial que puede alcanzar esta mezcla sumamente interesante.
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Basado en obras icónicas del arte minimalista, el desarrollador belga Thomas Waterzooi presenta este títuo de puzzles dividido en tres partes, completamente independientes entre sí, pero que parten de la misma idea: interactuar con las obras. Desde la pantalla inicial se presenta un ambiente de museo, mostrando el nombre del juego mediante diversos marcos entre personajes observando y apreciándolos.
Las tres experiencias en las que se encuentra dividido el juego pueden ser recorridas en el orden que se desee. El primero a mencionar es ‘El Estilo’. El objetivo aquí es replicar las obras mostradas del lado izquierdo de la pantalla mediante la colocación en el orden adecuado de las líneas. Tanto este, como el resto de los minijuegos no cuentan con tiempo límite ni número específico de intentos, pudiendo hacer y deshacer a tu antojo hasta que llegues a la solución correcta. De cualquier manera, el nivel de dificultad no es muy elevado y puede ser disfrutado por cualquier jugador, ya sea novato o veterano.
Entre ciertos niveles -dentro de ‘El Estilo’- se cuenta una pequeña historia sobre el origen del arte que va ‘de la mano’ con lo mostrado en pantalla, es decir, se habla de líneas, colores primarios, luces, sombras y otros aspectos que dan origen a estas creaciones.
El segundo, ‘La Historia de Boogie y Woogie’, aborda la historia de dos cuadros -uno sólido y otro hueco- que buscan estar juntos a como dé lugar. Como toda historia de amor, al principio parece una tarea sencilla, pero se va complicando con el paso de los niveles, añadiendo mecánicas interesantes como cambios de ruta, teletransportación o vuelta en ‘u’.
Por último, ‘La Ciudad de Nueva York’ no solamente es el más completo, visualmente hablando, también es el que más resalta la influencia en un clásico del género: Snake. En esta minimalista representación de ‘La Gran Manzana’ el objetivo es recolectar todos los pequeños cuadros negros en pantalla y después llegar al otro lado sin chocar contra tu propia estructura tipo serpiente.
Más allá de la belleza visual lograda en cada una de las partes, la experiencia de juego se complementa de forma ideal con los efectos sonoros citadinos, provocando una sensación de tranquilidad y relajación mientras encuentras la forma de seguir avanzando. La inclusión de poder retroceder los movimientos resulta de gran ayuda para no tener que comenzar desde un inicio y perder tiempo de forma innecesaria.
La versión que probamos para iOS resulta bastante fluida, sin pantallas de carga. Además de sentirse como un juego concebido para ser jugado en pantalla táctil por lo que recomendamos ampliamente disfrutarlo de esta forma, por encima del uso de controles o teclado en su opción para PC.
Conclusión
Please, Touch the Artwork es una gran forma de acercar a chicos y grandes al arte. Su nivel de dificultad apto para toda clase de jugadores y la variedad en sus modos de juego lo convierten en una gran opción para todo aquel que busque relajarse después de un día de escuela o en el trabajo. Además, si eres diseñador o artista plástico puede que lo encuentras doblemente atractivo. Recuerda que se encuentra disponible en Steam, iOS y Android.
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