
Combates repetitivos, gráficos pobres y una historia «curiosa» es lo que encontrarás en este título de Bethesda para el Nintendo Switch
Hace unos días la desarrolladora Bethesda sorprendió a los gamers, tras anunciar que su título The Elder Scrolls: Blades llegaría de manera gratuita al eShop de Nintendo Switch. De manera paralela, la última versión del juego estaría disponible para su versión móvil, por lo que si ya lo habías empezado en tu celular, tu progreso se quedaría guardado para la consola.
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En el título tienes que asumir el rol de un guerrero, quien pertenece a hermandad The Blades, por lo que es desterrado de su hogar. Sin embargo, tiempo después debe regresar y se encuentra con la aldea fue destruida por órdenes de la Reina de Sangre. Ante este panorama, el jugador deberá hacer todo lo posible por encontrar a los responsables del atentado y a la par habrá que reconstruir la ciudad.

Tendrás la oportunidad de elegir los rasgos físicos, fortalezas y la especie del guerrero. Aunque nunca verás a tu personaje, ya que el modo de juego es en primera persona, por lo que no pierdas mucho tiempo en cambiar el tipo de cabello o el color de los ojos.
De entrada, aunque es un mundo semiabierto podrás explorar lo suficiente para darte cuenta que no hay mucho por ver. Además, hay una guía que te va marcando el camino que debes seguir para completar tus objetivos.

Podrás nombrar a la aldea como mejor te plazca, ya que serás su nuevo fundador, aunque lo primero que debes hacer es construir un ayuntamiento y conforme vayas obteniendo materiales tendrás oportunidad de edificar casas, mercados, herrerías y demás. A la par, estarás obligado a rescatar a los aldeanos y realizar algunas misiones secundarias para obtener dinero, madera y más armamento.
De los primeros escenarios de «batalla» que deberás explorar son el bosque y castillos. Sin embargo, los enfrentamientos son simples, repetitivos y cansados. Cuentas con un escudo, con el que repeles los ataques, y una espada, que podrás mejorar o adquirir nuevas armas para combatir. La técnica casi siempre es la misma, pues aturdes al enemigo y puedes hacer un pequeño combo de hasta tres golpes, antes de que se recupere.

Conformes avances y derrotes enemigos subirás de nivel, y también obtendrás piezas de armadura, vestimenta y armamento, lo que te brindará mayor fuerza y defensa. También hay hechizos y tendrás acceso a ataques más letales, por lo que de dos golpes puedes acabar con un Orco o Duendes, lo que hace todavía más simple el juego.
Si crees que reconstruir la ciudad será sencillo, te equivocas, puesto que deberás protagonizar decenas de monótonos enfrentamientos uno a uno para obtener madera y oro para empezar a edificar cosas.

Como casi todo videojuego, The Elder Scrolls: Blades cuenta con una versión premium, en la que muchas cosas ya están libres, pero también te ofrecerán adquirir cosas para que tu avance sea más rápido. Por lo que este título no es tan gratuito como hubiéramos querido.
Los gráficos dejan mucho que desear, porque son simples y hasta parece que estás jugando un título de la anterior generación de consolas, así que no esperes ver objetos detallados y cinemáticas asombrosas. Lo único que podría rescatarse del tiempo que jugamos The Elder Scrolls: Blades es la historia.

Al tratarse de algo gratuito no esperen mucho, sólo disfruten lo que se pueda y aprovechen para entretenerse durante unas horas.
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