
Los juegos de acción roguelite se han vuelto cada vez más comunes dentro del mercado independiente. La ‘facilidad’ de generar ambientes y ofrecer experiencias ‘únicas’ en cada partida lo han hecho un favorito de los desarrolladores y jugadores por igual. Uno de los más recientes es Dust & Neon, el cual pudimos probar en su versión para móviles vía Netflix Games.
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David Marquardt Studios, compañía encargada de su desarrollo, optó por la segura en varias de sus decisiones lo que termina por repercutir, para bien o mal, en la experiencia de juego. De entrada, su premisa es la misma de siempre: un pistolero, esta vez del Viejo Oeste, debe acabar con todos los enemigos a su paso, en esta ocasión, los elegidos son robots futuristas.

Al comenzar simplemente se da una pequeña introducción al juego y una breve explicación de su zona general, la cual funciona para adquirir armamento y mejoras. Una vez pasada esta parte deberás dirigirte al mapa en donde encontrarás diversas misiones, estas se dividen básicamente en tres tipos: acaba con todos los enemigos, desactiva artefactos y cumple objetivos. Una vez alcanzado cierto nivel de experiencia, el jefe del área te desafiará y al vencerlo podrás avanzar a la siguiente área.
Otro punto del que ‘flaquea’ el juego es la falta de variedad en sus misiones, tornándose monótono al poco tiempo. Incluso sus zonas lucen bastante similares entre sí, así que no importa hacia donde te desplaces, sentirás que continúas en el mismo lugar y no ha habido un avance en tu andar.

El que busca ser el principal diferenciador de esta propuesta con respecto a otras en el mercado es su mecánica de recarga. Las municiones son relativamente escasas por lo que debes utilizarlas de forma inteligente sin malgastar, en caso de necesitar más balas estas deben ser colocadas ‘una por una’ sin que los enemigos dejen de atacarte. Este punto puede ser algo muy bueno para aquellos que busquen un reto mayor y muy malo para quienes están acostumbrados a las cosas más sencillas y automatizadas, jugando como un arma de doble filo para los desarrolladores.
Su nivel de dificultad es adecuado, pudiendo ser disfrutado en modo fácil o difícil, de acuerdo a tu experiencia. En cuanto a la inteligencia artificial, esta no es de lo mejor ya que muchas veces los enemigos no representan un peligro real, pero sí son bastante molestos, sobretodo cuando atacan en altas cantidades.

Tanto puntos de experiencia como armamento que compres se queda contigo de forma definitiva, mientras que las armas y accesorios que encuentres dentro de los niveles únicamente pueden ser utilizados dentro de la respectiva partida y se perderán al momento de morir junto al dinero obtenido.
Gráfica y sonoramente, cumple, sin ofrecer gran profundidad. Se entiende que su sencillez se debe a que el foco principal está en sus mecánicas de juego. En cuanto a rendimiento y pantallas de carga, no tiene ningún problema, por lo menos en la versión que probamos.

Conclusión
Dust & Neon no va a pasar a la historia como el mejor twin-stick shooter, pero si algo se le debe reconocer es su atrevimiento por buscar ofrecer algo distinto en un mundo donde lo genérico es cada vez más abundante. Si no te molesta lo repetitivo de sus misiones, puede ser una buena opción para esos momentos en los que dispongas de pocos minutos para jugar. Además de Netflix, se encuentra disponible en Steam, Epic Games Store y Switch gracias a la distribución de Rogue Games.
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