
¡Hola, Behind Gaming! Soy Rigo Dominguez, y como cada semana, espero que encuentren muy bien. De igual forma, como seguro ya se la saben, mi visita a Behing Gaming es para compartirles una nueva reseña de un videojuego creado por un estudio indie, el cual pueden encontrar en la eShop de Nintendo Switch. En esta ocasión, tuve la oportunidad de jugar algo llamado 9 Years of Shadows, así que vamos rápido con la reseña.
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Desarrollado por el estudio mexicano Halberd Studios y publicado por Freedom Games, 9 Years of Shadows es un metroivania de desplazamiento lateral al más puro estilo clásico de este subgénero nacido de las series Metroid y Castlevania.

La historia del título nos habla de un reino que ha sido perjudicado por una plaga que duró 9 años –de ahí el nombre del juego-. Nuestra protagonista, llamada Europa, ha sido testigo de cómo un amigo ha enfermado, mientras ella permanece inmune. Tras este hallazgo, decide armarse para ir al castillo malvado y destruir el origen de este mal.
Entrando en el terreno de la jugabilidad, los elementos característicos de un metroidvania están presentes. Aspectos como la obtención de nuevas habilidades y equipo, en este caso, armaduras con sus respectivas propiedades, así como la exploración de mapas conectados, las tenemos. Cabe mencionar que nuestro personaje no sube de nivel. Nuestra fuerza depende enteramente de nuestra armadura, arsenal, las habilidades y el dinero que recolectemos. Y hablando de las armaduras, son la clave para acceder a las diferentes áreas, afrontar enemigos y activar cada switch. Según el color de nuestro equipo, será lo que podemos hacer o no.
Dicho eso, hay elementos que lo distinguen del resto. Por ejemplo, la pronta aparición de un pequeño oso de nombre Apino, el cual es capaz de lanzar proyectiles con algún fin muy puntual, como desbloquear una perta congelada o accionar un interruptor de determinado color.

También contamos con un sistema de salud y curación diferente a lo usual. Si llegamos a estar muy heridos, recular para que el buen Alpino regenere nuestra vida. Si la cosa no es tan grave y solo hemos absorbido un par de golpes, podemos contraatacar al enemigo en turno para recuperarnos, lo cual fomenta un combate activo. Adicionalmente, hay atributos que, si la cosa pinta muy mal, podemos activar para evitar morir al presionarlos en un momento en específico.
Es en la falta de variedad de contenido, en donde se nota, ya sea la falta de presupuesto, o de tiempo, o de creatividad. El combate es bueno, pero los enemigos no ofrecen un mayor reto ni variedad estratégica, más allá de los botonazos y cambiar la armadura de color. Eso sí, en las peleas contra jefes la cosa se pone buena, ya que se nota un sobresaliente cuidado en su diseño, requiriendo de nuestras mejores habilidades en todo sentido. De hecho, podría decir que el cambio de dificultad entre enemigos comunes y el jefe, es uno que se suele sentir algo brusco.
Los entornos son realmente muy bellos, presentándonos un gran y atractivo mundo oscuro por explorar. Sin embargo, poniéndonos muy quisquillosos, se nota el reciclaje de elementos al cambiar solo paletas de colores y reorganizarlos. Algo así como las nubes y el pasto en el primer juego de Mario. Las animaciones lucen un tanto rígidas, restándole naturalidad a los movimientos. La música es un tipo de jazz que acentúa la atmósfera de manera adecuada, pero que al poco tiempo se vuelve repetitiva.

Conclusión
Si eres un gran fan de los metroidvanias, con 9 Years of Shadows no te puedes equivocar. A pesar de notar su falta de variedad si nos ponemos exigentes, la realidad es que esto podría ser imperceptible para muchos quienes solo buscan divertirse con un buen juego, lo cual sin duda tenemos acá. No “rompe el género”, pero sí lo ejecuta muy bien e implementa elementos distintivos que lo dotan de una identidad propia, volviéndolo el juego mexicano del año en lo particular, y un gran juego en lo general.
Calificación
Y listo, con esto terminamos con la reseña de esta semana. Como siempre, muchísimas gracias a Behind Gaming por el espacio, y por ser un medio que continúa brindándole la atención que se merecen a los juegos desarrollados por estudios independientes. Hay muchas joyas por ahí sin tanto reflector, y es bueno saber que alguien está en busca de ellas. ¡Hasta la próxima!
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